¿Qué trastornos puede tratar la EMT?

La estimulación magnética transcraneal (EMT) se ha utilizado como posible tratamiento para diversas condiciones neurológicas y de salud mental, entre ellas la depresión, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la ansiedad, las adicciones, los trastornos de la alimentación, la demencia, el autismo, la migraña, distintos tipos de dolor crónico como el neuropático, la fibromialgia y las secuelas de un accidente cerebrovascular entre otras.

No obstante, la solidez de la evidencia científica que respalda su uso varía ampliamente según la afección.

En este momento, el respaldo más fuerte corresponde a su utilidad para tratar la depresión. Por esta razón, la EMT se emplea para este fin en numerosos países.

Por ejemplo, la FDA aprobó el primer dispositivo de EMT para depresión en 2008, y en 2015 el NICE del Reino Unido también recomendó su uso con este propósito. Además, la FDA ha autorizado ciertos dispositivos para el tratamiento del TOC y la migraña.

La investigación sobre la estimulación magnética transcraneal y sus posibles aplicaciones continúa avanzando rápidamente. Por eso, es importante consultar con su psiquiatra para saber si este tratamiento puede ser adecuado para su caso.